Las zonas enrojecidas suelen aparecer en piel sensible y generalmente van de la mano de irritaciones, picores y desagradables sensaciones de tirantez. Como regla general, los productos con un efecto anti-rojeces fortalecen la barrera protectora natural de la piel. No sólo reducen el enrojecimiento con resultados duraderos sino también minimizan los efectos secundarios negativos. La piel ya no es tan susceptible a factores estresantes externos y tiene un aspecto más uniforme y relajado.