¿Qué se entiende por ciclos cutáneos?

Cada uno tiene que comprobar por sí mismo si las tendencias tienen sentido o no y decidir en función del estado de su piel. Ahora llega una tendencia que cualquiera puede hacer: el ciclismo de la piel. Se trata de utilizar determinados productos de belleza en el ciclo o ritmo correcto de cuatro días. Luego se empieza de nuevo desde el principio. La tendencia se utiliza mejor en la rutina de noche cuando se trata de apoyar la piel en su fase de regeneración más productiva. Varios ingredientes activos potentes ayudan y se utilizan específicamente, ya que, de lo contrario, pueden irritar la piel innecesariamente si la dosis es demasiado alta o si se usan incorrectamente. 

Básicamente, la tendencia puede ser implementada por cualquiera que quiera un cutis uniforme y saludable. Sólo es importante tener en cuenta que todo se adapta a tu tipo de piel y, por ejemplo, las pieles sensibles o secas  con neuro dermatitis  deben tratarse con cuidado con ingredientes activos como el retinol. ¡Aquí menos siempre es más! 

La piel impura,  al igual que la piel madura, se beneficia  del ajuste del ciclo.

Limpieza en preparación: Como siempre, el rostro debe estar limpio antes de cada uno de los siguientes pasos, es decir, libre de maquillaje y depósitos. Lo ideal es utilizar entonces un tónico sin activos potentes para que la piel no se irrite demasiado durante la limpieza.

2da noche: Retinol

Debe quedar claro que el retinol es conocido por sus especiales efectos antienvejecimiento. Y como ayuda contra la hiperpigmentación y la queratosis (es decir, el trastorno de queratinización de la piel), los productos con retinol se utilizan la segunda noche, según Skin Cycling Trend. En el mejor de los casos, se omiten zonas sensibles como la zona de los ojos. 

Nota importante: Cuando utilices peelings y retinol, siempre debes utilizar un factor de protección solar alto durante todo el día. 

3.ª + 4.ª noche: Hidratación

La tercera y cuarta noche, tu piel necesita mucha humedad. Y esto lo obtiene, por ejemplo, de los principios activos ácido hialurónico, glicerina, niacamida y ceramida. Los dos últimos también protegen la barrera protectora de la piel potenciando y optimizando la propia función protectora de la piel. El ácido hialurónico es conocido por su hidratación duradera al mejorar el equilibrio de humedad y promover muchas veces la elasticidad y el tono de la piel.